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Estructura de extorsión a bancas y colmados dejó ingresos mensuales de unos 300 millones, según MP

El Ministerio Público acusa al exministro Ángel Donald Guerrero Ortiz, uno de los principales señalados en el Caso Calamar, de crear un entramado de presunta corrupción a través del Ministerio de Hacienda para permitir cobros ilegales en bancas de loterías, bancas deportivas y colmados que tenían máquinas tragamonedas, burlando los procesos de control administrativo y legal.

“El acusado Ángel Donald Guerrero Ortiz, haciendo uso indebido de sus funciones como funcionario de mayor jerarquía del Ministerio de Hacienda, autorizó y dirigió la estructura no gubernamental compuesta por Ramón Emilio Jiménez Collie (a) Mimilo, Fernando Crisóstomo Herrera y José Arturo Ureña para obtener fondos ilícitos de procesos de cobros ilegales realizados a través de la Dirección de Casinos y Juegos de Azar, durante el periodo 2016-2020”, argumenta el órgano acusador en el expediente de más de tres mil páginas.

“En la Dirección de Casino y Juegos de Azar la estructura no gubernamental compuesta Ramón Emilio Jiménez Collie (a) Mimilo, Fernando Crisóstomo Herrera y José Arturo Ureña, con autorización y bajo la dirección del acusado Ángel Donald Guerrero Ortiz, instalaron el denominado “proyecto o el programa”, el cual consistía en la gestión del cobro sin base legal, mensual, de una suma de dinero en efectivo a los dueños de bancas de loterías, bancas deportivas y a los colmados que tenían máquinas tragamonedas, donde el dinero obtenido de este cobro fraudulento no entraba a las arcas del Estado dominicano, sino que iba a parar directamente a la estructura de corrupción liderada por acusado Ángel Donald Guerrero Ortiz”, continúa la acusación.

Según el MP, Rafael Parmenio Rodríguez Bisonó “financió la puesta en marcha del proyecto o programa con la suma de veintiún millones de pesos (DOP 21,000000.00), a cambio de tener una participación en las ganancias que se obtuvieran a través de las recaudaciones ilegales de las bancas de loterías y deportivas, así como de los colmados con tragamonedas”.

El documento señala que Rodríguez Bisonó ganaría quinientos pesos por cada máquina incautada ilegalmente que se obtuviera.