La recicladora de plástico que ha sido citada como posible responsable de la explosión en San Cristóbal afirma que en el local que ocupaba no había equipos, materiales o combustibles que pudieran originar ese trágico hecho y que prueba de esto es que el cadáver del único empleado presente fue encontrado íntegro y que el certificado de defunción dice su muerte fue causada por «asfixia por inhalación de humo».
Vidal Plast dice que la lamentable muerte de ese colaborador, «según el certificado de defunción expedido, ocurrió a causa de asfixia por inhalación de humo y su cuerpo se encontró íntegro. Esto es un irrefutable indicador de que mientras él realizaba las labores puestas a su cargo ese día, nunca estuvo en medio de una explosión». Por esto, afirma, es «una infamia» atribuirle la «responsabilidad de tan funesto suceso».
La empresa asegura que el proceso de reciclaje de plásticos que hacía en ese local y que terminó hace meses es simple y se realizaba «con un molino triturador movido por un motor eléctrico, alimentado por un generador Diesel. No se utiliza ningún combustible de alto riesgo. Tampoco, algún tipo de elemento o producto volátil que produzca explosión».