En política no existen las casualidades. Los resultados electorales son el reflejo directo del trabajo constante, la planificación estratégica y el compromiso con la militancia. El caso del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en Santiago, es prueba fehaciente de esto, gracias a dos figuras fundamentales: Andrés Cueto, presidente municipal y Rosa Santos, presidenta provincial.
Ambos dirigentes han demostrado con hechos y resultados su valía política, liderazgo cercano y capacidad de organización. En los últimos dos procesos electorales, estos altos dirigentes del partido de gobierno, han sido piezas clave en la consolidación de dicha organización, como fuerza dominante en Santiago. Su trabajo en equipo y visión estratégica han convertido a esta demarcación en uno de los bastiones más sólidos del oficialismo a nivel nacional.
Durante el más reciente proceso electoral, el Gran Comando de Campaña “Luis 24”, encabezado por este dúo, logró un triunfo arrollador, alcanzando cerca del 65% de los votos. Esta victoria no fue casual ni improvisada, se construyó sobre la base de una estructura organizada, un liderazgo presente los 365 días del año y una conexión real con las bases del partido.
Santiago se vistió de azul y blanco con resultados contundentes: el presidente Luis Abinader ganó en todos los colegios electorales de la provincia, se obtuvo la senaduría y 13 de los 18 escaños en la Cámara de Diputados, así como la victoria en las municipales, al obtener las 10 alcaldías y 16 distritos municipales de la provincia de Santiago.
Además, el PRM obtuvo la mayoría de los regidores y vocales. Un dominio total que no se explica sin el trabajo persistente de estos dos líderes.
Andrés Cueto y Rosa Santos no han esperado temporadas electorales para activarse. Su liderazgo ha sido constante durante los cuatro años hasta llegar a los procesos electorales. Han mantenido viva la estructura partidaria en los municipios, regiones, zonas y organismos aliados. Su cercanía con las bases escuchando desde el dirigente más humilde hasta el más encumbrado les ha granjeado respeto, respaldo y, sobre todo, confianza.
Ambos son reconocidos por su trato humano, su capacidad de gestión y su habilidad para construir unidad en la diversidad. Estos atributos no solo les han valido el respeto de la militancia, sino también el respaldo firme del presidente Luis Abinader y la alta dirigencia nacional del PRM.
El éxito de estos líderes es más que una suma de victorias; es un recordatorio de que, cuando hay liderazgo sólido, estrategia clara y compromiso auténtico, los resultados extraordinarios son posibles. Hoy, el PRM en Santiago no solo celebra ser un solo núcleo encabezado por los dos pilares fundamentales de la organización, también, permanecen como una estructura fortalecida y con una ruta clara hacia el futuro.
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