La prolongada crisis de Haití, marcada por la violencia de los diferentes grupos armados en el país, «requiere de una respuesta multidimensional», más allá de la misión multinacional de Naciones Unidas que se desplegará en el país para ayudar a las autoridades a combatir la inseguridad.
Así lo afirmó este miércoles la jefa de la delegación regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para Panamá y el Caribe, Marisela Silva Chau, quien a partir del próximo 23 de enero asumirá como la responsable de la nueva delegación del organismo humanitario para Haití.
«Una medida individual nunca es la solución, es decir, este contexto de una crisis humanitaria prolongada por años ya y picos de emergencia humanitaria requiere una respuesta multidimensional», declaró Silva Chau en un encuentro con la prensa en la Ciudad de Panamá.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado 2 de octubre el despliegue en Haití de una fuerza multinacional de apoyo policial, que estará liderada por Kenia y de la cual han mostrado disposición para integrar países como Jamaica, Barbados y Bahamas a través de un número indeterminado de agentes.
Esta misión multinacional, que estará a las órdenes de la Policía haitiana, fue solicitada por el propio Gobierno de Haití hace más de un año y siempre contó con el respaldo del secretario general de la ONU, António Guterres.
«Una medida independiente, en este caso podría ser este despliegue, no es lo que va a solucionar como tal la situación» de crisis generalizada en Haití, sostuvo la funcionaria de la Cruz Roja.
Desde hace varios meses, Haití carece de representantes electos debido a la continua postergación de las elecciones y al asesinato en 2021 del presidente del país, Jovenel Moise, situación que exacerbó la fragilidad política y económica, facilitando la capacidad de las bandas para aumentar su poder y control sobre el país, cuya máxima autoridad actual es el primer ministro, cargo que ocupa Ariel Henry.
En este contexto, ha habido un recrudecimiento de la violencia armada. Entre 200 y 300 bandas operan impunemente en todo el país, controlando hasta el 80 % de la región de Puerto Príncipe, donde reinan el terror día y noche.
Aún «no hay una fecha cierta» sobre el arribo a Haití de la fuerza multinacional, confirmó Silva Chau, aunque el CICR entiende que «hacia mediados de enero, fines de febrero, un contingente inicial, no las fuerzas como tales pero un contingente inicial, debiese de arribar a Puerto Príncipe para evaluar y estudiar la situación, y poder regresar a sus diferentes bases y con esa información poder definir (…) el marco para las operaciones».
La funcionaria destacó que para el CICR «es importante» que haya «una preparación adecuada antes de la llegada de las fuerzas multinacionales», dado que la población haitiana «se encuentra ya bajo una presión enorme» y hay que «definir muy bien cómo estas fuerzas multinacionales van a operar para no colocar más presión sobre» esta.
«En la medida en la cual ciertas zonas vayan estabilizándose con el apoyo de estas fuerzas (…) luego de una estabilización, es que va a ser posible desplegar y brindar servicios básicos (…) las organizaciones humanitarias y las autoridades deben de coordinar al respecto para que exista la posibilidad de brindar estos servicios una vez las diferentes zonas se encuentren estabilizadas», añadió.
A partir de enero próximo funcionará una Delegación del CICR en Haití, donde hasta ahora operaba una misión dependiente de la Delegación Regional del CICR para Panamá y el Caribe dependencia esta última que desaparecerá como tal.
El CICR, que regresó a Haití en agosto de 2021, anunció el pasado octubre el reforzamiento de sus actividades humanitarias en Haití en 2024 dada la crisis de violencia armada que sufre el país caribeño.
El Comité «dará prioridad a facilitar el acceso de las personas más afectadas por la violencia armada a la ayuda humanitaria», dijo el organismo en un comunicado el pasado 10 de octubre.